Se diagramó un intenso operativo de búsqueda y el resultado fue el peor. La nena que estaba desaparecida habría sido asesinada.
Rocío Milagros Rojas, la niña de cuatro años que fue vista por última vez ayer al mediodía cuando salió de su casa en la ciudad de Lules, Tucumán, habría sido asesinada, según los primeros datos aportados por la Justicia.
Según informó el periodista Gustavo Rodríguez en «LA GACETA Central», una persona vinculada a la familia de Rocío se habría «quebrado» ante los agentes de la fuerza y les habría confesado que el cuerpo de la niña podría estar enterrado en un descampado ubicado en el barrio San Ramón, en La Reducción.
De acuerdo con la denuncia que había realizado a la policía María Carolina Graneros, madrina de Rocío y quien estaba a su cuidado, la niña había salido ayer a las 12.30 de su casa, ubicada en el barrio Chabela y desde ese momento no se volvió a saber de ella.
Sobre la desaparición dijo, además, que mientras ella no estaba, su hija de 18 años estaba cuidando de su hijo de dos meses y de Rocío, pero que la niña desapareció y que no lograron encontrarla después.
Ante esto, en las últimas horas se habían intensificado los operativos con más de 200 efectivos y que incluyeron también a «Wanda», la perra especializada en búsqueda de personas. La última vez que se la había visto, Rocío vestía pantalón de jean azul, saco blanco y calzaba «sapitos» rosas.
«Apenas tomamos conocimiento de la desaparición de la niña, se activó el protocolo de búsqueda para dar intervención inmediata a todas las unidades especiales con equipos especializados. Ayer se cerró el barrio completo para registrar las viviendas aledañas y el perímetro, incluyendo la zona de las vías del tren, adonde una vecina vio que se dirigía la pequeña», informó el comisario mayor Manuel Castaño, jefe de la Unidad Regional Oeste (URO).