El hecho ocurrió en una vivienda de V° Floresta de nuestra capital, allí una mujer, tras sufrir hechos de violencia de género tenía custodia policial.
El policía que cumple tareas como Jefe de Tercio y, por lo tanto, debe realizar el control del personal, se presentó en el domicilio alrededor de las 4.30 de la madrugada y se percató de que el cabo Rubén Martínez, asignado a realizar consigna fija en la casa de la mujer víctima de violencia de género, no estaba en su puesto.
Guzmán llegó al domicilio en cuestión en un móvil y no vio al cabo Martínez, por lo que hizo un juego de luces, pero el suboficial no aparecía por ningún lado, así que descendió del móvil y, al acercarse a la casa, verificó que su automóvil estaba estacionado en la vivienda.
En esas circunstancias, una mujer salió de la casa atemorizada y reveló que había sido abusada por el cabo. Contó que al llegar la noche, apagó todo y se fue a dormir a su cama, para luego despertarse sobresaltada porque alguien estaba tocándole sus partes íntimas.
Sostuvo que el autor de esos abusos era el policía que había llegado para cumplir la consigna, quien se había sacado la ropa y se metió dentro de la cama con un bóxer y una remera, tras lo cual comenzó a tocarle sus partes íntimas a la vez que hizo que le tocara sus genitales.